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FRAPOM (Frente Revolucionario Artístico Patria o Muerte)

Consejos para militantes de izquierda (Extracto) Frei Betto*

Consejos para militantes de izquierda (Extracto) Frei Betto*



* Mantenga viva la indignación.

* Verifique periódicamente si usted es realmente de izquierda. Adopte el criterio de Norberto Bobbio: la derecha considera a la desigualdad social tan natural como la diferencia entre el día y la noche. La izquierda la enfrenta como una aberración que debe ser erradicada.

* Cuidado: usted puede estar contaminado por el virus social-demócrata, cuyos principales síntomas son usar métodos de derecha para obtener conquistas de izquierda y, en caso de conflicto, desagradar a los pequeños para no quedar mal con los grandes.

* La cabeza piensa donde los pies pisan

* No se puede ser de izquierda sin “ensuciarse” los zapatos allá donde el pueblo vive, lucha, sufre. Alégrate y comparte sus creencias y victorias. 
Teoría sin práctica es hacerle el juego a la derecha. No se avergüence de creer en el socialismo


* El escándalo de la Inquisición no hizo que los cristianos abandonaran los valores y las propuestas del Evangelio. Del mismo modo, el fracaso del Socialismo en el este europeo no debe inducirlo a descartar al Socialismo del horizonte de la historia humana. El capitalismo, vigente hace 200 años, fracasó (y no resultó) para la mayoría de la población mundial. Hoy somos 7.000 millones de habitantes. Según el Banco Mundial 2 mil 800 millones sobreviven con menos de 2 dólares diarios. Y un mil 200 millones, con menos de 1 dólar por día. Realmente la globalización de la miseria no es mayor, gracias al Socialismo chino, el que -a pesar de sus errores-, asegura alimentación, salud y educación a 1 mil 400 millones
de personas.

* Sea crítico sin perder la autocrítica

* Muchos militantes de izquierda cambian de lado cuando comienzan a buscar piojos en cabeza de alfiler. Apartados del poder, se tornan amargos y acusan a sus compañeros(as) de errores y vacilaciones. Como dicen por ahí, vemos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio ojo.
Tampoco se enganchan para mejorar las cosas. Quedan como simples espectadores y jueces y, algunos, son captados por el sistema. La autocrítica no es sólo admitir los propios errores. (Ojo!) Es admitir ser
criticado por los compañeros y las compañeras.

* Conozca la diferencia entre ser militante y ser “militonto”

* “Militonto” es aquel que se jacta de estar en todo, participar en todos los eventos y movimientos, actuar en todos los frentes. Su lenguaje está lleno de explicaciones y… los efectos de sus acciones son superficiales. El militante profundiza sus vínculos con el pueblo, estudia, reflexiona, medita; valora de forma determinada su área de actuación y actividades, valoriza los vínculos orgánicos y los proyectos comunitarios. Sea riguroso en la ética de la militancia

* La izquierda actúa por principios. La derecha, por intereses. Un militante de izquierda puede perderlo todo: la libertad, el empleo, la vida. Todo menos la moral. Al desmoralizarse, desmoraliza la causa que defiende y representa. Y le presta un inestimable servicio a la derecha.

* Hay arribistas disfrazados de militante de izquierda. Son aquellos que se “enganchan”, apuntando -en primer lugar-, a su ascenso al poder. En nombre de una causa colectiva, busca primero sus intereses personales. (¡Los tenemos a montones!)

* El verdadero militante -como el Che Guevara- es un servidor, dispuesto a dar la propia vida para que otros tengan vida. No se siente humillado por no estar en el poder, u orgulloso al estar en él. No se confunde con la función que ocupa.

* Aliméntese en la tradición de la izquierda

* Así como el cariño es preciso para nutrir el amor de la pareja, debemos “volver a las fuentes” (una y otra vez) para mantener encendida la mística de la militancia.

* Conozca la historia de la izquierda, lea (auto)biografías, como el “Diario del Che en Bolivia”, y novelas como ‘La madre’, de Gorki; o ‘Las uvas de la ira’, de John Steinbeck. Prefiera el riesgo de errar con los pobres, a tener la pretensión de acertar sin ellos. Convivir con los pobres no es fácil. Primero, existe la tendencia de idealizarlos. Después, se descubre que entre ellos existen los mismos vicios encontrados en las demás clases sociales. Ellos no son mejores ni peores que los demás seres humanos. La diferencia es que son pobres, o sea, personas privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales de la vida digna. Por eso estamos al lado de ellos. Por una cuestión de justicia. Un militante de izquierda jamás negocia los derechos de los pobres, y sabe aprender con ellos.

* Defienda siempre al oprimido, aunque aparentemente ellos no tengan razón. Son tantos los sufrimientos de los pobres del mundo que no podemos esperar de ellos, actitudes que tampoco aparecen (ni vemos) en la vida de aquellos que tuvieron una educación ‘refinada’ y toda suerte de oportunidades. En todos los sectores de la sociedad hay corruptos y bandidos. La diferencia es que, en la élite, la corrupción se perpetra con la protección de la ley, y los bandidos son defendidos por mecanismos económicos sofisticados, que permiten que un especulador lleve a una nación entera a la penuria.

* No espere jamás ser comprendido por quien favorece la opresión de los pobres.

* Dejemos de hablar como militantes y vivir como burgueses, acomodados en una posición confortable, para juzgar a quien lucha.

* fraile domínico brasileño, teólogo de la Teología de la liberación.

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