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FRAPOM (Frente Revolucionario Artístico Patria o Muerte)

Guillermo Vizcaya: “Desde Valencia impulsamos una cultura revolucionaria y transformadora

Guillermo Vizcaya: “Desde Valencia impulsamos una cultura revolucionaria y transformadora

Primicias24. com ( Prensa Jhonny Castillo)  – Es muy  común verlo caminando con la paciencia  de un moje vernáculo  por los alrededores de la Plaza Bolívar, y por los vericuetos de esa zona maltratada que algunos nostálgicos se empeñan en llamar el  centro histórico de Valencia.

Por allí camina  lentamente  casi a diario como   masticando la amargura de saberse en una ciudad que fue  convertida en ruinas  por los gobiernos   irresponsables del pasado.

El centro de la urbe le es muy familiar. No puede ser de otra manera,  lleva años frecuentando el ruido y la violencia de las  calles, así como la soledad y el silencio fantasmal  que atrapa a la Valencia del Rey cuando los comerciantes bajan las santamarías y los  transeúntes  se disponen  a dormir sus angustias en los barrios   de la periferia.

El presidente de la Fundación para la Cultura de la Ciudad de  Valencia (Fundacultura), Guillermo Vizcaya, aprendió a querer esos espacios  desde aquellos días cuando llegado desde  Barquisimeto inició sus  estudios en la emblemática Escuela de Teatro Ramón Zapata, ubicada en la plaza Sucre frente a la Gobernación del estado Carabobo.

Esa empatía que profesa  por la ciudad lo llevó en 2005 a organizar el rescate del edificio del antiguo Cine Imperio en la calle Urdaneta, que fue   convertido más tarde en el Frente Revolucionario Artístico Patria o Muerte (FRAPOM), estructura que en este momento sirve de sede a los talleres de  danza  y pintura, así como también al grupo de teatro Los Lunáticos, el dúo de música Insurgente,  la Banda FRAPOM y  la coral Carlos Alberto Flores.

Otra de las gestiones  importantes de Guillermo Vizcaya al frente de  Fundacultura, es el Centro de Artes Vivas Alexis Mujica, espacio donde funcionó el Museo Arturo Michelena y  que por negligencia  estaba penosamente abandonado y en franco  deterioro. El mismo fue recuperado a través de un gesto solidario que no tiene parangón en la historia cultural de Valencia. Los empleados de la fundación aportaron parte de su cesta ticket (bono de alimentación) para reparar esta sobria y elegante  casona, que ahora sirve de galería de arte y sala alternativa de cine y otras actividades.

Del teatro al Psuv

El actual presidente de Fundacultura es oriundo del estado Barinas, específicamente de Dolores un pueblo bucólico y caluroso que años  más  tarde  mediante la ficción  literatura compararía con  Cómala el pueblo fantasma de Juan Rulfo y el mítico  Macondo de García Márquez. Allí en Dolores  tuvo la suerte de encontrarse con el viejo maestro Ramón Lameda, excéntrico director de teatro que venía de una intensa pasantía por Paris y quien a través de la enseñanza del  teatro lo ayudó  a formar  su carácter díscolo e irreverente que conserva intacto  hasta ahora  .

Del maestro Ramón  Lameda recibió una educación al aire libre bajo una mata de mango al estilo de la educación  peripatética griega. En contacto con la naturaleza recibió lecciones de arte y  actuó en algunas obras infantiles que recuerda con un dejo de nostalgia, pero con asombrosa precisión.

Cuando el joven Guillermo frisaba los quince años la familia  optó por nuevos aíres. Su madre, Olinda del Carmen   decidió  coger sus peroles y emigrar a la ciudad Barquisimeto  en busca de nuevas perspectivas de vida. La ciudad de los crepúsculos sería una de las experiencias más reveladoras  en la personalidad del actual presidente de la Fundación para la Cultura de Valencia,

Estudiando en el reconocido liceo Lisandro Alvarado, cercano al bosque Macuto, conoció a sus mejores amigos y entró en contacto con una cultura que le era muy extraña, entre otras razones, porque venía de un pueblo como Dolores afincado en la más pura tradición llanera. Allí  se encontró con el rock,  el cine, el jazz, la literatura y el gusanillo por el teatro. Aquella irrupción volcánica trastocó su percepción del mundo y le abrió el camino a las tablas y a la rocambolesca militancia política de izquierda  que lo llevaría años más tarde directo a las filas de la revolución bolivariana y luego al Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).

Institución comprometida con el poder popular

Con este sui generis  personaje de la vida cultural valenciana tuvimos la oportunidad de conversar durante varias horas en el tercer piso de FRAPOM, un edificio que se levanta descascarado y arrogante, en la esquina de la calle Urdaneta  con Libertad frente a la Plaza Bolívar. Allí   tiene una oficina a donde asiste  durante el poco tiempo que le deja la responsabilidad de estar al frente de Fundacultura, una de las instituciones más activas y comprometidas con el poder popular que tiene la administración del actual alcalde del municipio Valencia, Edgardo Parra.

Sobre ese bunker enclavado en una de las esquinas de la Plaza Bolívar se han tejido muchas historias, e incluso que sirvió de estudio clandestino para la realización del programa La Hojilla de Venezolana de Televisión (VTV) durante el tiempo que  Mario Silva estuvo como  candidato a la Gobernación de Carabobo.

Vizcaya joven director de teatro, señala que entró a la política influenciado por su padre, Efraín Vizcaya, un comerciante larense, que extrañamente  trasmutó a guerrillero, participando en los tetaros de operaciones creados en Sanare y El Tocuyo una de las regiones más activas de la guerrilla venezolana durante  las décadas de los sesenta y  setenta.

Sin embrago, agrega que fue la necesidad de hacer teatro social, comprometido con los intereses de la mayoría, lo que lo llevó a participar activamente en el proceso bolivariano liderado por el presidente Hugo Chávez Frías.

“Aún el teatro y todas las artes funcionan bajo la concepción pequeño burguesa de ser única y exclusivamente para la élite. Es la concepción que percibe al arte como algo, nihilista, sublime y  eterio sin ningún tipo de compromiso social, y que además observa al arte popular como algo  chabacano y de mala factura. Nosotros desde la década de los ochenta estamos sufriendo en Valencia esa terrible situación, y por eso desde Fundacultura, o desde cualquier trinchera, estamos decididos a   transformar esa manera excluyente y ridícula  de ver la cultura”, dijo

Señala Vizcaya que desde hace mucho tiempo el pueblo dejó de ir a los museos, al teatro y a las exposiciones porque le vendieron solamente abstracciones que no tienen nada que ver con la realidad concreta, y que esto fue diseñado y planificado sistemáticamente por el imperio norteamericano con el propósito de detener el avance revolucionario en América Latina.

“Nosotros los maldecimos. Aquí en Valencia los tenemos derrotados. Podemos hablar del amor, de la  libertad o  de lo sublime como expresiones materiales, pero no desde la perspectiva alienante, cursi y bobalicona de la industria cultural, porque defendemos la cultura insurgente, revolucionaria y transformadora que educa al pueblo y lo hace tomar conciencia de la lucha de clases”, enfatiza  Vizcaya.

Al respecto manifiesta que debe haber un arte develador, para la creación y la liberación y no para la contemplación, en el que se asuma el hecho social con todas sus contradicciones. “El arte es política en su estricto sentido epistemológico, es un bien común y  colectivo. En eso debemos estar claros, como está la derecha que adoctrina permanentemente a través de sus medios de comunicación”.

Dice e el presidente de Fundacultura,  Guillermo Vizcaya, que el objetivo es que la institución se subordine a las decisiones del pueblo organizado para que de allí surja una política cultural coherente y revolucionaria. Pero que eso es muy difícil porque al pueblo le inyectaron el individualismo y tiene dificultad para observar la gestión cultural no como una agencia de festejos sino  como un proyecto colectivo.

Centros de Desarrollo Cultural

Señala que Fundacultura tiene una lucha titánica porque lamentablemente hay gente que no está comprometida con los cambios, y se quedó más bien  con la mentalidad de feria que le vendieron las administraciones del pasado.

En cuanto a la gestión explica que todos los años  están realizando actividades  muy importantes como el festival cantores de la calle, la competencia infantil carritos de Rolinera, en la avenida Cedeño, el simposio de esculpir y pintar al aire libre, el carnaval tradicional del barrio Negro Primero, el festival de rock, la retreta de los sábados en la Plaza Bolívar y el homenaje a los artistas populares  que este año fue dedicado al Cazador Novato.

Próximamente se llevará a cabo el I Festival Valencia  Capital del Cielo, dedicado a la música cristiana, católica y revolucionaria. Además de la actividad  Valencia cuenta su historia, que es un documental  con los personajes típicos de la ciudad, que  será proyectado en la red de cine alternativo  y  algunas  salas privadas  de Cines Unidos.

Agrega Vizcaya que todo el trabajo que se realza está sustentado por una organización que cuenta con  trece  Centros de Desarrollo Comunal (CDC)  que funcionan en diferentes comunidades del  municipio Valencia.

“Estamos haciendo grandes esfuerzos por impulsar  actividades que permitan rescatar nuestras tradiciones culturales, pero sobre todo que sirvan para  que nuestro pueblo se eduque y tome conciencia de la necesidad de transformar el país a través de la revolución bolivariana”, enfatizó Vizcaya.

Refiere el presidente de Fundacultura que a pesar de los cambios profundos y radicales que se han dado en la gerencia cultural del municipio, el trabajo ha permanecido si se quiere  de bajo   perfil, entre otras razones, porque  algunos medios de comunicación, incluso alternativos y comunitarios, quizá   no les interesa una gestión que no tiene  como epicentro la gran ciudad de Valencia, sino más bien las zonas populares y rurales donde nunca hubo relación directa con el pueblo.

“Con el apoyo de los Centros de Desarrollo Cultural, los consejos comunales y otras organizaciones del poder popular estamos llevando teatro, cine, música,  libros, talleres, juegos tradicionales, festivales y otras actividades a nuestros barrios”, indicó Vizcaya antes de que nos  extendiera  la mano,  claro además que daba por  concluida la entrevista.

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